Alrededor de 200 personas han asistido este martes a la ceremonia de entrega de los XXIX Premios Zangalleta de Fundación Dfa, en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón. Estos galardones reconocen a personas, empresas, entidades y asociaciones que se vuelcan en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad, la superación de barreras sociales y arquitectónicas y la inclusión social. La empresa Zalux, por el fomento del empleo; y, de forma conjunta, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI Aragón), por la mejora en accesibilidad; y el Ayuntamiento de Caspe con la Asociación de Ayuda a las Personas con Discapacidad de Caspe y Comarca (ASADICC), por un proyecto de asistencia personal, han sido los protagonistas de esta edición.

Antes de esgrimir las razones que han hecho merecedoras de la escultura ‘Libertad’, obra de José Antonio Barrios, a las diferentes entidades, Marta Valencia, presidenta de Fundación Dfa, se ha referido a la reforma del artículo 49 de la Constitución Española: «Al borrar el término ‘disminuido’ y sustituirlo por ‘personas con discapacidad’, por fin se nos considera ciudadanas y ciudadanos de primera. Calificativos como ese negaban nuestra esencia, nos reducían a una etiqueta despectiva y no nos tenían en cuenta. Por fin la norma jurídica más importante ya nos reconoce como personas».

A continuación, Valencia ha recordado que «lo que se premia en estos Zangalleta también es una forma de hacer; en especial, eso que se llama colaborar o cooperar, unir esfuerzos para mejorar lo común».

Echando la vista atrás, el compromiso de Zalux con la generación de empleo para personas con discapacidad desde 2004 le ha valido a esta empresa para obtener uno de los galardones. Actualmente son ocho los hombres y las mujeres con discapacidad que intervienen en el proceso de fabricación de luminarias de esta compañía en el taller de Fundación Dfa situado en Calatayud.

«Lo que se premia en estos Zangalleta es eso que se llama colaborar o cooperar, unir esfuerzos para mejorar lo común»

José Antonio López, director general de la planta Zalux en la ciudad bilbilitana, ha recogido el primero de los premios tras unas palabras de Luis Molina, director general de Fundación Dfa. Sobre el escenario, ha destacado «la aportación a la participación social que tiene la empresa en su adn» y ha añadido que «estamos encantados de aportar un trabajo que ayude en su proyecto vital a esas ocho personas que trabajan y a todas las que han trabajado en el taller de Calatayud».

En clave de presente, el proyecto entre ASADICC y el Ayuntamiento de Caspe permite dar continuidad al proyecto Rumbo de COCEMFE Estatal. Un sistema de apoyos y asistencia personal posibilita que 26 usuarios y usuarias con discapacidad o en situación de dependencia puedan seguir viviendo en sus hogares, cerca de sus familias y amistades. ASADICC, como entidad gestora, y el Consistorio de la Ciudad del Compromiso, que ha aportado una partida de 50.000 euros, se han unido para sacar adelante esta iniciativa.

La alcaldesa de Caspe, Ana Jarque, ha puesto en valor un proyecto que «genera empleo social y mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad, dos objetivos que nos hacen creer en la necesidad de esta iniciativa, uniendo el esfuerzo de ambas entidades».

Por su parte, el presidente de ASADICC, José Manuel Jariod, ha indicado que «este premio es más que un reconocimiento, es un recordatorio de que cuando nos unimos en buena sintonía, podemos lograr grandes cosas». Sobre el programa, el dirigente ha explicado que «ha transformado vidas y ha allanado el camino hacia la autonomía personal y el empoderamiento de caspolinos y caspolinas».

También compartido, pero con un horizonte de futuro representado en la nueva Ordenanza de Accesibilidad y Derechos de Zaragoza, se ha entregado el último de los reconocimientos. Esta disposición es el punto de partida para que la capital aragonesa se convierta en más amable, accesible e inclusiva. La recién constituida Mesa de la Accesibilidad será donde se tracen las líneas de acción que abarcan, por ejemplo, la plataforma única de circulación compartida entre peatones y vehículos o la estrategia de recursos de vivienda social accesible para personas con discapacidad y mayores. Especial protagonismo en este sentido tendrán las entidades que trabajan y representan a las personas con discapacidad, con especial protagonismo de CERMI Aragón, dentro de este órgano de participación, seguimiento y evaluación del Consejo Sectorial.

Jesús Carlos Laiglesia, presidente de CERMI Aragón, ha calificado de «hito histórico» la nueva Ordenanza y la constitución de la Mesa de Accesibilidad. En su discurso, ha dejado claro que «hoy renovamos nuestro compromiso para hacer de Zaragoza una ciudad de derechos más inclusiva y accesible para todos».

«Hoy renovamos nuestro compromiso para hacer de Zaragoza una ciudad de derechos más inclusiva y accesible para todos»

El testigo sobre el escenario lo ha recogido el consejero de Presidencia, Relaciones Institucionales y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de la capital aragonesa, Ángel Lorén, quien ha señalado que la ordenanza es «la bandera» de un gran trabajo que al principio se veía como «un sueño».  Lorén ha concluido comentando que es «solo un paso para que Zaragoza lidere la accesibilidad de las ciudades no solo españolas, sino de las europeas».

La periodista Sara Lambán se ha encargado de conducir un acto al que han acudido la Justicia de Aragón, Concepción Gimeno; el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán; y la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, entre otras autoridades políticas y representantes de entidades sociales y del mundo empresarial, cultural y educativo. Precisamente ha sido Susín quien ha abrochado el acto destacando que «los Premios Zangalleta llevan casi tres décadas animándonos a celebrar los pasos que se están dando hacia la plenitud de derechos, la no discriminación, la igualdad de oportunidades y la mejora de las condiciones de vida de quienes conviven con la discapacidad: uno de cada 10 aragoneses y, de ellos, un 60% son mujeres».