Los usuarios de las residencias Pomarón y Rey Fernando disfrutan estos últimos meses de una experiencia diferente. De la mano del alumnado del Grado Superior Integración Social de Océano Atlántico, participan en casi una decena de talleres que sirven de aprendizaje, para los propios jóvenes, y de entretenimiento, para los residentes y usuarios de los centros asistenciales.

Esta iniciativa se enmarca dentro de la formación dual de la asignatura ‘Promoción de la Autonomía Personal’ del grado superior, cuyo objetivo es que el alumnado aplique sus conocimientos de forma práctica y colabore en la integración de las personas con discapacidad.

El grueso de los chicos y chicas desplegados por los centros asistenciales de Fundación Dfa se desplaza los jueves hasta las instalaciones de Rey Fernando. En el centro de día, Irene, Natalia e Inés consiguen que los usuarios y las usuarias del Programa Socioeducativo +21 disfruten a través de sus dinámicas. «Intentamos que pasen un rato divertido, que nosotras aprendamos y no divirtamos también, a la vez que aplicamos los conocimientos adquiridos en nuestra asignatura», explica una de ellas.

El eje de los talleres desarrollados es variado. Risoterapia, detección y expresión de las emociones, fomento de actividades comunicativas y habilidades sociales, cocina, manualidades, etc.

Compartiendo experiencias con los residentes de la Residencia Pomarón estuvieron Carlota, Caterina, Raquel y Leyre. Al final, pese a tratarse solo de unas pocas sesiones, surge el cariño mutuo entre el alumnado y, en este caso, también dinamizador, y las personas residentes o usuarias de los centros. «La experiencia fue muy buena. Es gente increíble que se alegraba en cuanto nos veía, que disfrutaba con las actividades que organizamos y que es muy agradecida», asegura Lorena, que, acompañada por Alba, Mar y Clara, trabaja con las personas con discapacidad que conviven en la residencia Rey Fernando.