Tres años habían transcurrido desde su última visita, pero, como si hubiese sido ayer, la actuación de Musethica consiguió despertar los sentidos de un público muy especial. Residentes, usuarios, personal sociosanitario y de voluntariado del centro Rey Fernando de Aragón disfrutaron al son de piezas de Beethoven y Glazunov. Como intérpretes, un quinteto de prodigios internacionales que comenzó emocionando y acabó emocionado.

Carmen Marcuello, cofundadora junto al violinista Avri Levitan de esta asociación sin ánimo de lucro allá por 2012, hizo de maestra de ceremonias en un abarrotado centro de día de Rey Fernando. A continuación, las notas musicales de los violines y violonchelos de Nicolò Neri, Julia Iwanciw-Gasior, Elvina Auh, Hobin Yi y Erica Wise atraparon a los presentes durante algo menos de una hora.

Los bises, entre «bravos» y sonoros aplausos, abrocharon uno de los 23 conciertos enmarcados dentro del programa de la X edición del Festival Internacional de Música de Cámara de Musethica. El objetivo de estas actuaciones no es otro que el de acercar la música clásica a personas en situación de vulnerabilidad que de otra forma no tendrían fácil acceder a conciertos de este tipo.

Del salón del centro de día a las habitaciones

La residencia Rey Fernando es el hogar de 77 personas con discapacidad. Las circunstancias de salud y movilidad obligan a algunas de ellas a permanecer encamadas. En la intimidad de estas habitaciones y de manera individual, los cinco artistas de Musethica tocaron parte de las obras más famosas en breves miniconciertos. Sus privilegiadas manos, a través de las cuerdas de los instrumentos, destaparon la caja de sentimientos de residentes y cuidadores, pero también de ellos mismos.

Musethica trabaja en estrecha colaboración con músicos jóvenes y profesionales para proporcionarles oportunidades para actuar y desarrollar sus habilidades interpretativas. La organización ha realizado numerosos conciertos y talleres en todo el mundo, y ha recibido el reconocimiento por su innovador enfoque para hacer que la música clásica sea más accesible y relevante para un público más amplio.

A través del programa de Musethica, las y los jóvenes músicos seleccionados por su excelencia, tienen la oportunidad de realizar conciertos con regularidad como parte de su programa educativo. Estos tienen lugar en diferentes lugares de la comunidad local como hospitales, centros de educación especial, albergues sociales, colegios, refugios, guarderías, centros psiquiátricos, prisiones, centros para personas con discapacidad, centros de inmigración, empresas sociales o residencias de ancianos.