14 Julio, 2016

Piscinas para todos

Piscinas para todos
Ya tenemos encima el calorcito del verano, y los Centros de Actividades Socioculturales de Fundación DFA aprovechan los fines de semana para ralizar actividades al aire libre, donde no pueden faltas las visitas a la piscina.
Las piscinas públicas deben garantizar que todas las personas puedan acceder de una forma cómoda y segura, cumpliendo los requisitos de accesibilidad.
Zaragoza ha mejorado mucho, logrando que la gran mayoría de sus piscinas públicas sean accesibles. Destacan en este sentido los Centros Deportivos Municipales de La Granja, Peñaflor y San Gregorio.
Estas piscinas están totalmente adaptadas, y cuentan con aparcamiento para personas con movilidad reducida, pediluvio y aseos adaptados, con sillas de ruedas en zona húmeda, además de tener instalada una rampa o descensor vaso en la piscina. Incluso hay la posibilidad de usar una silla de ruedas diferente de la del usuario para entrar y salir del agua.
El resto de las piscinas públicas aprueban en accesibilidad, aunque quedan adaptaciones por realizar. Sobre todo a la hora de contar con una silla para entrar y salir del agua.
Bueno... Todas, todas, no aprueban. La piscina del Palacio de Deportes, pese a los años que lleva construída, o precisamente por eso (que no es excusa), sigue recibiendo las quejas de usuarios y usuarias con movilidad reducida por la inaccesibilidad de sus piscinas, algo que les obliga a desplazarse a otras instalaciones.
Sendos carteles en las entradas a sus piscinas (cubierta y descubierta) avisan de la inaccesibilidad de las mismas. El acceso a la zona exterior presenta numerosas barreras arquitectónicas. En los accesos a los vestuarios (masculinos y femeninos) de la piscina climatizada cuentan con tramos de escaleras, y nuevos tramos de escaleras para acceder a los aseos. Y, para rematar, el exterior no cuenta con plazas reservadas para personas con movilidad reducida.
Unas instalaciones las del Palacio de Deportes que deberían modernizarse para que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan disfrutar en igualdad de condiciones de sus momentos de ocio.