8 Mayo, 2024
Casi la mitad de las personas con discapacidad física admite haber sentido discriminación
Un 42,5% de las personas con discapacidad física reconoce haberse sentido discriminada por esta circunstancia en algún momento de su vida y hasta un 8,8% lo hace a menudo o continuamente. Es una de las principales conclusiones extraídas del proyecto ‘Detección y estudio de necesidades sociosanitarias de las personas con discapacidad física en Aragón’, elaborado por Fundación Dfa a través de 944 encuestas telefónicas a mayores de 16 años con algún grado discapacidad física.
Es en el ámbito laboral donde la discriminación se ve más acentuada, llegando incluso a afectar a un 45,3% de la población aragonesa consultada. En las relaciones sociales o en actividades de ocio, hasta un 38,1% dice haber sufrido trances de este tipo. El problema se reproduce, aunque en menor medida, en las aulas y los centros educativos. En este ámbito, el 28,9% admite haberse enfrentado a alguna situación así durante su etapa formativa.
Sobre el estado de salud, el informe revela que 41% lo considera regular, mientras que un 40,9% lo califica como bueno o muy bueno. En contraposición, un 16,9% cree que su salud es mala o muy mala. Tan importante como el bienestar físico es mantener una buena salud emocional y mental. A la pregunta de si a lo largo de la última semana habían sentido apatía, estrés, tristeza, enfado o insomnio, entre otros), el 68% de las personas encuestadas reconoce como propio alguno de los estados de ánimo propuestos.
En cuanto a la satisfacción con la calidad de vida actual, la valoración media es de 6,44. La edad influye, puesto que la percepción más positiva se encuentra entre los menores de 30 años, mientras que es más baja entre las de 45 a 64 años. El estado de salud es la variable donde se recogen las mayores diferencias, pasando de una valoración media de 7,92 entre los que tienen una buena o muy buena salud a una puntuación de 3,83 los que cuya salud es mala o muy mala.
El proyecto contó con el apoyo de dos grupos de discusión, uno formado por personas con discapacidad y otro compuesto por expertos y representantes de entidades del sector. En este último se hizo mención al desgaste físico, psíquico y emocional que conlleva en ocasiones una discapacidad. Por ello, se destaca la importancia que tienen las redes de apoyo social, así como los profesionales de la salud mental.
El grado de discapacidad y el desempleo
La discapacidad influye en la inserción laboral de una manera muy significativa, ya que el 52,7% de las personas con un grado del 33% al 45% se encuentra trabajando, reduciéndose hasta uno de cada diez para los que tienen más de un 65% de discapacidad. Un 53,9% lo hace en la empresa ordinaria, un 20,2% desarrolla su labor en un Centro Especial de Empleo, mientras que el 19,2% se debe a la Administración Pública.
Por otro lado, un 38,8% de personas encuestadas tiene concedida una incapacidad para trabajar por el Instituto Nacional de la Seguridad social (INSS). La incapacidad permanente total es la más habitual, seguida de la incapacidad permanente absoluta.
El 85,4% de las personas encuestadas requiere de algún tipo de cuidado sanitario y/o médico. Muy por debajo quedan el resto de servicios, destacando la rehabilitación (36,4%), las actividades deportivas para el cuidado de la salud (30,7%) y la atención psicológica (26,5%).
Respecto a la cobertura de las necesidades de servicios sanitarios y sociales se muestra que seis de cada diez encuestados opinan que el sistema público de la Seguridad Social cubre todas las necesidades. En término medio, la satisfacción global con dicha cobertura es de 6,74.
Adaptar la vivienda, una necesidad para casi 1 de cada 4
El 46,7% de las personas con discapacidad física encuestadas no tiene necesidad de adaptar su vivienda. Además, un 29,6% señala que su vivienda ya lo está. Por lo tanto, adecuar las condiciones de la vivienda de manera total o parcial se detecta en el 23,5% de los casos.
Fuera del hogar, la accesibilidad en lugares como centros de salud, comercios o edificios públicos está bien valorada. Las aceras, pasos de cebra, jardines o parques necesitan mejorarse, así al menos lo considera el 47,4%. También el transporte público, según un 35% que muestra su descontento.
Problemas en las relaciones afectivo-sexuales
Tres de cada cuatro personas encuestadas reciben ayuda para realizar las tareas de la vida diaria analizadas. Contar con el apoyo de la pareja o cónyuge es la situación más habitual para el 46,7% de los casos.
En cuanto a la ayuda profesional, un 7,2% indica recibirla por parte de alguien contratado de manera particular, mientras que el 3,9% cuenta con un profesional de un servicio público (Servicios Sociales, Ayuntamiento, etc).
En la evaluación se analiza el grado de dificultad que tienen las personas con discapacidad física para interactuar. Si bien una mayoría que indica que puede hacerlo sin dificultad en el ámbito familiar y de amistad, hay una parte de la población (28,4%) que presenta problemas o no logra establecer relaciones afectivo-sexuales.
Principales necesidades sociales y sanitarias
Del total de aportaciones vertidas en la encuesta sobre las principales necesidades sociales y sanitarias de las personas con discapacidad en Aragón, destacan las relacionadas con las barreras arquitectónicas (17,5%): mejora de las aceras y el estado de las calles, rebaje de bordillos y rampas de acceso a distintos espacios y establecimientos o eliminación de impedimentos de la vía como grandes maceteros, terrazas, etc.
Del mismo modo, uno de los principales aspectos de necesidad y apoyo es la asistencia y cuidados médicos y sanitarios (15,3%): disminución de las listas de espera para ser atendido y las operaciones; cobertura sanitaria ante las necesidades de cada caso como, por ejemplo, inclusión de prótesis; revisiones con mayor periodicidad, etc.
La tercera de las grandes necesidades detectadas va enfocada hacia el ámbito social, en relación con la integración social de las personas con discapacidad física (12,0%): normalización de la discapacidad dentro de la sociedad; visibilización y sensibilización; trato en igualdad y eliminación de comportamientos de superioridad o compasivos; y formación tanto en colegios como a personas más mayores.
Además, se necesitan también más ayudas de tipo económico para hacer frente a los gastos que supone la discapacidad: compra de prótesis, sillas, etc.; adquisición de determinadas medicaciones; ampliación de ayudas para la adaptación de la vivienda; aumento las pensiones para poder tener mayor independencia económica, etc.
El proyecto ‘Detección y estudio de necesidades sociosanitarias de las personas con discapacidad física en Aragón’ se ha desarrollado a través de las subvenciones para la financiación de programas de interés social en la Comunidad Autónoma de Aragón, con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
69.406 personas con discapacidad física en Aragón
De acuerdo a los datos publicados por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) a 31 de diciembre de 2021, en Aragón hay un total de 116.887 personas con discapacidad. De ellas, 69.406 (59,4%) tienen discapacidad física. Un 81,3% reside en la provincia de Zaragoza, un 14,2% tiene su hogar en Huesca y el 4,5% restante, en Teruel.