El pasado viernes 24 de noviembre la Universidad San Jorge reunió a un grupo de especialistas en compliance para hablar sobre el canal de denuncias y la protección al denunciante. Pero... ¿Qué es el compliance? El término compliance nace en Estados Unidos en los años 70 del siglo pasado a raíz de algunos escándalos financieros que implicaron prácticas corruptas en algunas grandes compañías. El compliance, cuya traducción más aproximada sería 'cumplimiento normativo', se encarga de asegurarse que una empresa o entidad (y su plantilla) desarrollan su actividad de acuerdo a las leyes, reglamentos, normas y prácticas éticas.

Estas IV Jornadas contaron con la participación de la magistrada Teresa Puchol; de Aitor Ascaso, experto de la consultora estratégica SIQURË Safety & Security; de Susana Garrido, representante del Ayuntamiento de Caspe, de Elisabet López, técnico en Leroy Merlin; y de María Victoria Campos, responsable de compliance en Fundación Dfa.

El Aula Magna se quedó pequeña para acoger a un alumnado de distintos grados y muy participativo, ya que esa fue la dinámica de la jornada: las dudas y cuestiones planteadas por los y las estudiantes. Preguntas como "¿Influye el cumplimiento para conseguir inversión para un proyecto?, ¿Cumplimos solo lo mínimo exigible y por obligación? ¿Nos creemos realmente el compliance? fueron respondidas por el panel.

"Si tu crees que el cumplimiento normativo es un valor añadido, debes mostrarlo y saber 'vender' esa idea", aseguró Aitor Ascaso, a lo que Victoria Campos añadió: "Esto hay que creérselo, porque supone un coste, sobre todo para las pymes. Y si no, no tiene sentido".

Otra de las cuestiones planteadas hizo referencia a la legislación española: ¿Debería tener España una legislación concreta y no tan derivada de la de otros países o la Unión Europea? Teresa Puchol lo tuvo claro: "En España hay una hipertrofia legislativa. Hay tanta ley, tanta reforma y tanta falta de control sobre las mismas que es muy complicado mantenerse actualizado. No soy partidaria seguir ese camino".

También se cuestionó la efectividad de los canales de denuncia: ¿Realmente funcionan? El anonimato de las personas denunciantes ¿es real? Elisabet López aseguró que "estos canales son realmente efectivos. Están externalizados y debemos creer más en ellos". En cuanto al anonimato, si bien en los primeros estados del procedimiento es real, con el tiempo se va acabar, y se va a saber de dónde partió la denuncia. En este punto, Teresa Puchol lanzó la siguiente reflexión: "¿Cómo casa el anonimato con el derecho a la defensa? ¿Es positivo el anonimato? ¿Cómo conocer todo sin saber todo? ¿Cómo defenderte si no sabes quién te ha denunciado?"

López añadió que el anonimato y la protección a la persona denunciante son temas complejos. "Son procesos que se pueden alargar en el tiempo, pero debemos creer en el compliance. Se pueden implementar algunas medidas, como el cambio de puesto".

Las denuncias en falso también fueron objeto de debate: "Personalmente deduzco testimonio por denunciar en falso. Pero no hay un elemento disuasorio en estos casos. Se hace menos de lo que se debería desde mi punto de vista", aseguró Puchol.

¿Y cómo funciona el compliance en un pequeño Ayuntamiento? Garrido ofreció su punto de vista:  "En los pueblos se conoce todo el mundo, y meterse en un caso de corrupción... Es complicado. Por eso el anonimato es positivo".

Por último, Victoria Campos quiso poner en valor la madurez del sistema para el correcto funcionamiento del compliance, la ética, y también aspectos culturales que pueden favorecer o complicar la efectividad y seguimiento del cumplimiento normativo.

Fundación Dfa dispone en su página web de un Canal Ético donde realizar consultas, hacer propuestas de mejora o denuncias por comportamientos con indicios de ir contra nuestro Marco Ético. Cualquier persona puede presentar la denuncia a través de este canal, de acceso libre y público, y a través de cualquier dispositivo entrando en el siguiente enlace: Canal Ético.