Actividades en contacto con la naturaleza, visitas lúdicas y culturales, yincanas, manualidades... Al tradicional viaje de Semana Santa organizado por el Centro de Actividades Socioculturales de Fundación Dfa no le faltó de nada. El destino elegido en esta ocasión para la práctica de turismo accesible fue el valle de Baztán, un rincón de Navarra donde fomentar el compañerismo e impregnarse de la riqueza histórica y paisajística que atesora la zona.

36 personas usuarias pudieron disfrutar de esta experiencia con la colaboración de diez representantes del equipo de voluntariado y tres técnicos de animación sociocultural que formaron parte de la expedición. Envuelto en un entorno envidiable, el albergue juvenil Valle de Baztán, situado en la localidad de Lecaroz, ofreció todas las comodidades gracias a sus habitaciones accesibles y baños adaptados. Hasta allí se trasladó el grupo el día de Jueves Santo, después de visitar la catedral, el claustro y el museo de Tudela.

La escapada de cuatro días incluyó paseos por las bellas localidades de Elizondo y Lesaca, y la visita al Parque-Museo Santxotena, un espacio sin barreras donde la accesibilidad permite recorrer las esculturas hasta tocarlas con sus manos. La actividad al caer las tardes se trasladaba hasta el propio albergue, donde las técnicos diseñaron sesiones de manualidades y yincanas a través de las cuales fomentar el buen ambiente entre las personas desplazadas.

Este proyecto cuenta con el respaldo del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) dentro de su línea de apoyo al asociacionismo juvenil, y es un ejemplo de cómo el ocio puede ser motor de inclusión, convivencia y cambio social.