El salón de actos de HLA Clínica Montpellier acogió recientemente la charla divulgativa 'Salud sexual y reproductiva en mujeres con discapacidad', organizada de forma conjunta con Fundación Dfa para sensibilizar y visibilizar la realidad que vive esta parte de la sociedad.

La ponencia corrió a cargo de la doctora Ana Fernández, una ginecóloga con más de 23 años de experiencia que compartió su testimonio personal tras recuperarse de una tetraplejia reciente, circunstancia que le ha permitido vivir en primera persona la realidad de las personas con discapacidad. A partir de su experiencia, abordó la salud sexual y reproductiva desde una perspectiva profesional y humana.

Fernández subrayó que «las necesidades sexuales son las mismas para todas las personas: erotismo, vínculo afectivo y, en algunos casos, reproducción». La ginecóloga, además, remarcó la importancia de sentirse «aceptadas, protegidas y amadas», para poder vivir una sexualidad plena.

Entre otros aspectos, la doctora abordó las múltiples barreras que enfrentan las mujeres con discapacidad, no solo arquitectónicas, que dificultan el acceso físico a consultas ginecológicas, sino también barreras sociales y culturales. Entre ellas destacó actitudes negativas hacia la sexualidad, la baja autoestima, la falta de reconocimiento social y familiar del derecho a una sexualidad libre, o la escasez de recursos educativos y sanitarios adaptados.

Durante la sesión hubo tiempo para hablar sobre la orientación y rehabilitación de las disfunciones sexuales relacionadas con la discapacidad de origen neurológico, así como las diferentes técnicas de reproducción asistida: inseminación con esperma del cónyuge o donante, fecundación in vitro, método ROPA, ovodón o embriodón.

También participó Marta Valencia, presidenta de Fundación Dfa, quien fue contundente al señalar que «la sexualidad en las mujeres con discapacidad sigue siendo un tema tabú. Se nos infantiliza, se nos considera niñas eternas, y eso tiene que cambiar». Valencia denunció que, desde una silla de ruedas, todo se vuelve más difícil, incluida la percepción social del deseo y el derecho a una vida afectiva y sexual.

Ambas ponentes coincidieron en la necesidad urgente de actuar desde varios frentes: las familias, los profesionales de la salud y el ámbito académico. «La educación sexual debe comenzar desde la infancia, y en la universidad es imprescindible incorporar la perspectiva de la discapacidad en la formación», señalaron.

«La sexualidad en las mujeres con discapacidad sigue siendo un tema tabú»

Además, alertaron sobre prácticas preocupantes como la hipersexualización o fetichismo con las mujeres con discapacidad en entornos como la pornografía.

La jornada concluyó con una llamada a reforzar la formación y la prevención, promoviendo una atención ginecológica accesible e inclusiva, y reconociendo el derecho de todas las mujeres, sin excepción, a ejercer su sexualidad de forma libre y segura.

Esta conferencia se enmarcaba dentro del ciclo de charlas divulgativas que ASISA-Montpellier y Fundación Dfa llevan a cabo en las tres capitales aragonesas desde 2014.