¿Qué es la comprensión?

Es la capacidad que nos permite entender lo que la otra persona nos está explicando, pidiendo y/o informando.

¿Cómo estimular la comprensión en casa?

Hay multitud de acciones que hacemos cada día que favorecen esta área, por lo que probablemente estemos trabajándola sin darnos cuenta. Pero además os ofrecemos algunas ideas para seguir estimulándola:

• Juego de esconder objetos: se juega igual que en el juego de escondite, pero en este caso escondemos el objeto elegido y vamos dando pistas de dónde se encuentra para que lo pueda encontrar. Por ejemplo: «está dentro del cajón», : «está debajo de la mesa», : «está encima de la estantería», etc. Al principio comenzaremos por lo más fácil, que sería dentro de la misma habitación, y poco a poco iremos ampliando el área, en otra habitación diferente a la que estamos, y con ello haciendo indicaciones más complejas progresivamente. Por ejemplo: «está dentro del cajón de los cubiertos de la cocina o está sobre la mesa del salón».

• Cuentos: son un recurso excelente para estimular el lenguaje en general, tanto a nivel expresivo como comprensivo. Aportan, además, un soporte visual que ayuda a la mejor comprensión del texto narrado. Tras contar el cuento se puede hablar sobre él, hacer preguntas, hacer un dibujo relacionado, etc. Incluso mientras estamos contando el cuento podemos ir haciendo preguntas simples que nos permitan saber si el niño lo está siguiendo y entendiendo adecuadamente. Cualquier cuento nos sirve para este fin, pero en concreto son útiles los cuentos repetitivos y acumulativos, ya que al tener una «oración que se repite» les anima a participar en el mismo y ayuda a comprender de lo que se trata.

• Juego simbólico: a través de este tipo de juego podemos trabajar diferentes situaciones de la vida diaria al asumir diversos roles. Por ejemplo, jugar a ir a la compra, en donde uno es el dependiente y otro el comprador, o imaginarnos que vamos a un restaurante y que uno sea el cocinero y otro el comensal, etc. Aquí entra en juego la imaginación y todos los materiales que queramos incluir (juguetes, dibujos de objetos para comprar, plastilina para hacer la comida, etc.).

• Juego dirigido: Podemos proponer un juego nosotros y que el niño siga las instrucciones necesarias para llevarlo a cabo. Por ejemplo, para hacer una torre con cubos o con legos podemos darle la siguiente instrucción: «hay que hacer una torre poniendo primero el más grande» o «hay que coger primero el color verde» e ir guiando de forma verbal para que lo realice de forma adecuada.

Dentro de este apartado podríamos incluir los juegos de mesa, pues son un recurso muy rico por sus múltiples posibilidades. Nos permiten trabajar la compresión verbal de instrucciones de diversa complejidad. Podemos empezar por juegos sencillos, como por ejemplo el juego de la oca, en el que requiere de gestionar turnos, saber contar hasta 6, etc. e ir progresivamente aumentando la dificultad con juegos algo más complejos.

• Adivinanzas: consisten en que el niño/a adivine el objeto o persona que corresponda con la descripción o definición que le demos. Empezaremos por definiciones del tipo: «es un objeto que sirve para comer sopa», y podemos tener un soporte visual con diferentes imágenes entre las que se encuentre la respuesta correcta. Poco a poco podemos incrementar la dificultad.

• Preguntas: A través de las experiencias del día a día, el niño contará con recursos verbales para que, mediante preguntas, podamos ayudarle a entender y expresarse verbalmente. Empezaremos por preguntas más directas, donde la respuesta del niño/a sea «sí» o «no». Posteriormente, observando la evolución de su lenguaje, podremos ampliar el grado de dificultad de la pregunta. Siempre se debe realizar de forma lúdica; si los niños/as interpretan que estamos realizándoles un interrogatorio pueden perder el interés por expresar. Por ello, os recomendamos que busquéis situaciones donde esto se pueda realizar de forma indirecta, como por ejemplo mientras comemos, paseamos, les bañamos, etc.

Recursos para facilitar la compresión en la vida diaria

Cuando hay dificultades en éste área, para facilitar que el niño/a se desenvuelva de forma adecuada resulta útil anticipar lo que vamos a realizar a continuación. Así mismo suele ser necesario en estos casos el uso de imágenes o pictogramas para apoyar lo que le estamos diciendo de forma verbal. Hay diversos recursos como agendas visuales y/o calendarios para este fin. Si quieres ampliar información sobre agendas visuales pulsa aquí.

Y recordad que podéis consultar con vuestro/a profesional de referencia en Atención Temprana y Post-Temprana para resolver cualquier duda o ampliar información.