Las pelotas anti-estrés son bolas que se deforman fácilmente al apretarlas, ayudando así a aliviar la ansiedad a reducir la tensión. También son una buena herramienta para emplear cuando queremos ayudar a los peques a calmarse ante momentos de agitación o de ira.

Para elaborar una de ellas necesitamos un globo sin inflar, harina y un embudo. También se pueden rellenar de legumbres secas o arroz si queremos lograr una pelota menos firme.

Pasos a seguir:

1. Coloca la parte estrecha del embudo en la boquilla del globo.

2. Introduce el relleno que hayas elegido a través del embudo hasta que el globo tenga la dimensión deseada. Lo ideal es que el peque pueda manipular la pelota con una sola mano, así que rellena hasta donde creas que esto puede ser posible.

3. Estira la boquilla del globo y átalo con un nudo, tratando de dejar la menor cantidad de aire posible en su interior.

4. Si lo deseas, puedes decorar el globo con un rotulador permanente, o pegándole lana en la parte superior como si fuera pelo.

Como veis es una actividad sencilla y que suele dar buenos resultados, así que os invitamos a que sean vuestros peques quienes fabriquen, con vuestra ayuda, sus propias pelotas anti-estrés.