6 Octubre, 2023

Cómo preparar un rincón emocional

Rincón de una habitación con cojines

Un rincón emocional es un pequeño espacio al que los peques van a poder acudir cuando las emociones les sobrepasan, como, por ejemplo, cuando están enfadados, frustrados, nerviosos, tristes, etc. Es un lugar siempre disponible para retirarse siempre que lo necesiten, donde se sentirán seguros y donde encontrarán elementos que les ayudarán a auto-regularse y a volver a la calma.

Este rincón nunca deberá sustituir el acompañamiento emocional del adulto, sino que será una herramienta más con la que aprender a regular sus emociones poco a poco. Por tanto, nunca se utilizará como un castigo o como un «rincón de pensar», sino todo lo contrario, será un sitio donde podrán dar espacio a todas esas emociones que les hacen sentir mal.

Rincón emocional

¿Cómo preparar un rincón emocional?

Este rincón deberá dejarse preparado para cuando haya que utilizarlo. No es conveniente montarlo justo cuando se necesita porque entonces no será efectivo.

Lo ideal es crearlo con el peque. Buscad un tiempo de calma en el que elijáis de manera conjunta en qué lugar de la casa va a estar (en el salón, en el pasillo, en su habitación, etc.). No es necesario que sea un espacio amplio; puede ser simplemente una cajita con unos pocos elementos seleccionados, pero que siempre se encuentre en el mismo lugar para que sepa a dónde acudir cuando lo necesite.

Si deseáis situarlo en un rincón concreto de la casa, podéis utilizar elementos que inviten a generar un ambiente de seguridad. Para ello, se puede colocar algún cojín o similar (colchoneta, alfombra, manta en el suelo, etc.), con colores agradables (no chillones), e incluso, si os apetece, cubrirlo con un tipi o un dosel. Sea como sea, dicho rincón se quedará montado de manera permanente para que esté disponible para el peque siempre que lo necesite.

Rincón emocional

También es buena idea que penséis un nombre para este rincón. Por ejemplo, «mi refugio», «mi espacio», «mi rincón», etc. Seguro que se os ocurre un nombre que le represente e invite a la autorregulación.

Es importante explicarle para qué va a servir ese rincón y cuándo se va a utilizar, poniendo incluso ejemplos de situaciones concretas donde su uso es recomendable. Dejad claro que es un espacio para ayudarle a gestionar sus emociones y no como un castigo, pues no lo es.

Igualmente le aclararemos que es un rincón que se utilizará exclusivamente para esos momentos de saturación emocional y, por tanto, no podrá emplear nada que dejemos en ese espacio en otros momentos del día. Esto es necesario que sea así porque si no desvirtuaremos su propósito y perderá su valor.

¿Qué poner en el rincón emocional?

En este rincón incluiremos objetos que faciliten la regulación emocional de vuestro peque. Por tanto, es probable que no haya dos rincones iguales, ya que a cada niño/a le funcionan cosas diferentes. Os invitamos a observar a vuestro hijo/a y a reflexionar sobre qué elementos le suelen ayudar a regularse mejor.

Os ofrecemos algunas posibles ideas:

  • Peluche o cojín. Suelen ayudarles a relajarse a través del tacto, acariciándolo o abrazándolo, o quizá prefieran apretarlos o golpearlos para descargar su emoción.
Rincón emocional
  • Cuento. Los cuentos sin texto son ideales para estos rincones, puesto que el hecho de que tengan sólo imágenes invitarán al niño a imaginar y a concentrarse. También son recomendables los cuentos respetuosos con la infancia que atiendan a la emoción desde el respeto y desde el acompañamiento. Si deseas saber cómo identificar estos cuentos pulsa aquí.
  • Unas poquitas piezas de construcción. Utilizaremos la cantidad justa para poder crear algo entretenido, pero sin ser excesivo.
  • Secuencia de números. Podemos crear una cartulina con los números escritos del 1 al 20 (o hasta el número que sepa contar tu hijo/a) para que los cuente mientras se va relajando.
  • Una botella sensorial. Son recipientes que, al agitarlas, se puede observar cómo se mueven los diferentes elementos que hay en su interior. Si quieres aprender a hacer vuestra propia botella sensorial pulsa aquí.
  • Reloj de arena. Observar cómo cae la arena le puede ayudar a calmarse.
  • Piedra. La utilizaremos para intercambiarla de mano mientras respiramos. Cogeremos la piedra con una mano mientras inspiramos, y la cambiaremos de mano cuando espiramos. Así centraremos la concentración en la respiración y en el movimiento de manos.
Rincón emocional
  • Hojas de papel. Algunos peques se regulan cuando rasgan, doblan o arrugan papel. Podéis haceros con unas cuantas hojas de periódico, o de cualquier otro papel que queráis reciclar.
  • Caja sensorial. Preparar una caja con arroz, arena u otro elemento donde meter las manitas, manipularlo, etc.
  • Caja de música o similar. Puede ayudar cualquier objeto que tenga una melodía tranquila.
  • Objetos que giran. Un spinner, una ruleta, hacer girar las ruedas de un coche de juguete, etc.
Rincón emocional
  • Una pelota anti-estrés. Son pelotas hechas con globos y harina (o similar) que se deforman al apretarlas. Aprende a hacer vuestra propia pelota aquí.
  • Elementos de juego desestructurado. Son objetos que no tienen un fin único a la hora de jugar. Por ejemplo: plumas, pañuelos, trocitos de madera, palos, etc.
  • Plastilina. Con ella pueden moldear algunas figuritas o simplemente apretar bolas de mayor o menor tamaño.
  • Ábaco. Algunos peques se calman moviendo las cuentas de un lugar a otro.
  • Pop-it. Quizá le venga bien apretar las diferentes burbujitas del pop-it para logar regular sus emociones.
Rincón emocional
  • Folios y pinturas. Se recomienda poner unas pocas pinturas nada más. No se trata de confundir el rincón emocional con un espacio artístico, pero es cierto que a algunos peques les ayuda expresar sus emociones a través del dibujo y coloreo. Podéis imprimir también algunas mandalas.
Rincón emocional
  • Bote aromático. Podéis preparar un bote en el que en su interior coloquéis un algodón impregnado en un olor que le resulte relajante al peque. La lavanda, por lo general, favorece la vuelta a la calma, pero puede ser cualquier otro olor que resulte le agradable, como por ejemplo, el perfume de mamá o papá, el olor a vainilla, o algún otro aroma floral.

En ningún momento ofreceremos pantallas (tablets, televisión, móvil, etc.) en el rincón emocional puesto que generalmente activan la corteza cerebral y pueden alterarle todavía más.

Es fundamental no llenar el rincón de muchos objetos, puesto que esto únicamente logrará saturarlo. Es mejor seleccionar cuidadosamente unos pocos que le pueden ayudar a tu peque a sentirse mejor. También resulta interesante asegurarnos de que sabe emplear cada elemento del rincón, y haremos las explicaciones pertinentes si es necesario.

¿Cómo se utiliza?

Las primeras veces hay que invitarle a acudir al mismo cuando vosotros notéis que lo necesita. Podéis aprovechar la ocasión para validar sus emociones, ayudarle a identificarlas y a darse cuenta de las señales que le manda su cuerpo (sus sensaciones físicas, sus pensamientos, etc.). Es importante sugerírselo siempre desde el respeto, y no obligar ni dar sermones en esos momentos. A medida que va aprendiendo a identificar lo que siente y va utilizando el rincón emocional, irá viendo los efectos positivos que este le produce y poco a poco irá acudiendo él/ella solito/a.

Es recomendable que lo utilice acompañado por un adulto, a no ser que sea el propio niño/a que, por petición expresa, desee permanecer solo. Sentir que no está solo le ayuda a regular mejor sus emociones, al tiempo que siente que no se trata de un castigo, sino de un espacio para ayudarle a calmarse.

Durante vuestro acompañamiento puede ser positivo no hablarle, sino simplemente permanecer presente. En caso de querer mantener algún tipo de comunicación con el peque, lo mejor es emplear el afecto físico (caricias, abrazo, etc.). Es normal si las primeras veces necesitáis orientarle un poco de manera verbal, indicándole que puede emplear los diferentes elementos, o sugiriéndole respirar, contar, etc.

Permaneceremos en el rincón el tiempo que sea necesario hasta que el niño/a recobre su bienestar, y solo alargaremos la estancia dos-tres minutos tras ello; si es necesario, podéis apoyaros de un reloj de arena para controlar visualmente el tiempo de juego “extra”. Recordad que los elementos que hay en dicho espacio los emplearemos únicamente en estas situaciones concretas. En caso de que quiera continuar jugando con estos objetos, le facilitaremos algunos similares, pero en otra zona de la casa.

Posteriormente no es estrictamente necesario hablar de lo que le ha llevado a ir al rincón, ya que esta herramienta se utiliza para ayudarle a recuperar el equilibrio emocional y a redirigir su comportamiento, y no para resolver conflictos allí. Si se desea comentar lo sucedido se puede hacer en otro momento del día, pero indicando los beneficios que le ha aportado acudir al rincón.

¿Desde cuándo se puede emplear este recurso?

Se puede crear un rincón emocional desde que queráis, pero recordad que lo ideal es prepararlo con la ayuda de vuestro peque. Por ello, con el fin de que pueda colaborar de manera activa, se aconseja empezar a utilizarlos a partir de los dos años.

¿Y si el rincón emocional lo necesitan dos (o más) hermanos al mismo tiempo?

Lo ideal es crear un rincón independiente para cada uno de ellos con elementos elegidos por cada niño/a. En caso de necesitar compartir un mismo espacio físico, se recomienda que se coloquen espalda contra espalda para que cada uno de ellos tenga su espacio individual.

Rincón emocional

El ejemplo es la herramienta más poderosa de la educación

Si nosotros utilizamos técnicas de «tiempo fuera» para coger aire y recuperar la calma cuando, por ejemplo, hemos perdido los nervios, será más fácil que vuestros peques aprendan a hacerlo también. Os invitamos a crear vuestro propio rincón emocional para ayudaros a reconducir vuestras emociones, o al menos, salir de la situación diciéndoles algo como «ahora mismo estoy enfadado y no quiero gritar, así que me voy a mi habitación unos minutos y cuando esté más tranquilo vuelvo y hablamos sobre lo ocurrido».