Hay peques a los que les encanta coger un libro y ponerse a leer. Sin embargo, a otros no les resulta atractivo, por lo que aquí os traemos algunas ideas para hacer de la lectura una actividad más divertida a través de pequeñas interacciones entre vosotros.

Para comenzar, os invitamos a que vuestro/a peque elija un libro que le llame la atención y os sentéis a leer con él/ella en un lugar cómodo para ambos. Es importante que este momento sea un tiempo distendido, sin distracciones y sin prisas.

A continuación, podéis probar alguna de las propuestas que os ofrecemos:

• Ahora leo yo – ahora lees tú. Podéis acordar leer un trocito del libro cada uno. Por ejemplo, una línea, un párrafo, una página, etc.
• Interpretar personajes. En aquellas lecturas donde aparezcan diálogos os proponemos que leáis cada uno un personaje, inventándoos diferentes voces graciosas para cada uno de ellos. Podéis ponerlas más graves, más agudas, algunos que lean muy lento y otros muy rápido, unos que griten mucho y otros que hablen muy bajito, etc. Probad de diferentes maneras cada uno, ¡la diversión está asegurada!

• Leemos a la vez. Os invitamos a que probéis a leer al mismo tiempo el mismo texto. A los peques les gusta escuchar que leen como sus papás y mamás, sabiendo que si se equivocan tienen vuestro apoyo auditivo que dará continuidad a la historia. Para ello es interesante que os adaptéis a la velocidad lectora que tiene el niño/a y tratéis de mantenerla sin aceleraros.
• Teatralizar el cuento. Podéis aprovechar la lectura para interpretar la historia a modo de teatro. Para ello podéis incluir disfraces caseros, marionetas, muñecos etc. y utilizar diferentes objetos de casa para crear escenarios de lo más variados. ¡Seréis auténticos actores y actrices!

• Cambiar la historia. Tras leer el cuento podéis cambiarle el título, o el final, o el principio. También podéis cambiar un personaje por otro diferente y volver a leerlo para ver cómo quedaría la historia de esta nueva manera. Incluso podéis incluir algún elemento disparatado que modifique por completo la trama.
• Usar linternas. A los peques les encanta crear momentos mágicos, y el tiempo de lectura puede ser uno de ellos. Probad a contar un cuento bajo una manta, o en una habitación a oscuras, y alumbrar el libro con una linterna. También podéis fabricar una casita bajo una mesa tapada con una sábana grande, y crear allí vuestro rincón de lectura especial. ¡Les fascinará!

• Jugar al veo-veo. Os proponemos jugar a buscar alguna imagen determinada en el cuento, o alguna palabra concreta. Otra versión de esta actividad es dar pistas de aquello que se desea encontrar, sin decir la palabra exacta (a modo de adivinanza).
• Leer algún librojuego. Son cuentos interactivos y con lecturas breves que involucran al lector de manera activa mientras transcurre la historia. Son muy dinámicos y suelen gustar mucho a los peques.

• Emplear algún libro silente. Son libros ilustrados que no contienen palabras (aparte del título) y que cuentan una historia a través de imágenes. Con estos cuentos promovemos la expresión oral, proponiendo al niño/a que narre lo que interpreta en sus imágenes. Si ya saben escribir podéis sugerirles que se conviertan en escritores, escribiendo en una hoja aparte el texto que ellos creen que iría más acorde al cuento.

Os invitamos a ojear el apartado de “Reseñas de cuentos” de nuestra web, donde encontraréis algunas propuestas de literatura infantil. Pulsa aquí.