¿Cuándo empezar a utilizar zapatos?

El bebé que no anda es preferible que no lleve ningún calzado, ya que a través de los pies reciben multitud de estímulos sensoriales. Para abrigarlo por la calle es suficiente con un calcetín grueso, leotardos, etc.

Cuando comienzan a andar sigue siendo recomendable pasar el mayor tiempo posible descalzo; el pie sano no necesita nada externo para aprender a andar.

¿Cómo tiene que ser el calzado para que el desarrollo de los pies de vuestros hijos e hijas sea el adecuado (hasta los 4-5 años)?

Suela:

• Fina: unos 3 mm. Favorece la amortiguación natural, la propiocepción y el fortalecimiento del calcáneo.
• Flexible: favorece el movimiento natural de los pies para su correcto desarrollo.
• Plana: la misma altura por la parte delantera y trasera.

Puntera ancha: para que los dedos tengan espacio y se muevan libremente.

Contrafuerte (parte que alberga el talón) flexible y que no supere la altura del tobillo: se tiene que doblar fácilmente con los dedos y permitir la movilidad completa del tobillo. Así ganará fuerza en el tobillo y evitará debilidad muscular.

Plantilla extraíble y sin puente. Permite comprobar que la talla es correcta, nos da información sobre la marcha, y facilita la limpieza.

Sistema de regulación. El que sea acorde a su edad y favorezca su autonomía (primero velcro, más adelante cordones).

Ligeros. Lo más parecido a ir descalzo. 

Transpirables. Evitaremos materiales sintéticos para reducir al máximo la sudoración.

Talla correcta. Debe sobrar 1 cm. aproximadamente por delante.