14 Septiembre, 2023

Salud bucodental

Un niño cepillándose los dientes

La salida de los dientes de leche es un momento importante en el desarrollo de los niños/as. Estos dientes, previos a los definitivos, ejercen su influencia a la hora de comer, pero también en el correcto desarrollo del habla. Su cuidado, por tanto, es fundamental para mantener una buena salud bucodental y para evitar pérdidas prematuras de dientes u otros problemas más complejos como, por ejemplo, las caries o enfermedades de las encías.

Respecto a esto, vuestra labor, papás y mamás, es ofrecer a los peques una adecuada educación en higiene dental, y añadir dichos hábitos a la rutina diaria para que la integren con naturalidad. Y es que más vale prevenir que curar. Para lograrlo es muy importante que vosotros seáis un buen modelo de higiene bucal, así que os invitamos a que compartáis el momento de lavarse los dientes junto a vuestros hijos/as.

Un padre y un hijo se lavan los dientes

¿Sabías que…?

Antes de que se vean los dientes ¡ya están ahí!

Los dientes de leche se empiezan a formar en el segundo mes de embarazo, y se calcifican antes del nacimiento. Estos hacen de guía para los dientes permanentes, que empiezan a calcificarse al final del embarazo, y suelen estar completamente formados alrededor de los 8 años. Estos dientes definitivos son los que nos acompañarán el resto de nuestra vida.

Además, una caries en un diente de leche conlleva un riesgo considerable de cara a que infecte el futuro diente definitivo. Por ello, es fundamental cuidar la salud bucodental desde incluso antes de que aparezca el primer diente de leche, es decir, desde bebés.

Una madre y un hijo se lavan los dientes

¿Cuáles son los hábitos de higiene bucodental que debemos seguir?

  • Limpieza de encías en bebés sin dientes de leche. Para ello utilizaremos una gasa limpia y húmeda, y limpiaremos sus encías después de cada toma de lactancia materna, biberón o comida.
  • Cepillado dental diario con pasta de dientes. Una vez emerge el primer diente de leche se debe iniciar el cepillado diario después de cada comida, o como mínimo 2-3 veces al día. Cobra especial importancia el de antes de irse a dormir. La duración del cepillado debe rondar los 2 minutos, así que os proponemos utilizar un reloj de arena que abarque ese tiempo para que puedan tener una referencia visual del tiempo, o poner una canción con, como mínimo, esa misma duración e indicarles que deben limpiarse los dientes mientras suene la música.
  • Seda dental. Su función es eliminar la placa bacteriana donde el cepillo no llega, evitando el desarrollo de caries entre los dientes y previniendo enfermedades en las encías. No hay una edad recomendada para su uso; es necesario utilizarla cuando los dientes se llegan a rozar entre sí. En niños/as pequeños es aconsejable que se utilice bajo supervisión del adulto.
  • Enjuague bucal. A partir de los 5 años se puede empezar a utilizar un enjuague bucal tras cepillarse los dientes. Es importante elegir uno que no contenga alcohol ni colorantes, y por supuesto, no ingerirlo.
  • Limitar el consumo de azúcar. Dadas sus propiedades, cualquier alimento que contenga azúcar favorece la retención del mismo sobre los dientes, convirtiéndose en un foco de mayor riesgo para desarrollar caries. Por ello, cuantos menos alimentos o bebidas azucaradas se consuman, mejor. Y en caso de tomarlos, priorizar la limpieza dental posterior.
  • Visita al odontopediatra. Se recomienda acudir al dentista infantil desde el primer año de vida para comprobar que sus dientes se están desarrollando correctamente, y realizar revisiones cada 6 meses. En Aragón está implantado un Programa de Salud Bucodental Infantil y Juvenil que pertenece al Departamento de Sanidad, y que ofrece atención bucodental gratuita a niños/as entre 6 y 14 años, con una ampliación de esta cobertura hasta los 16 años en caso de poseer discapacidad. Podéis obtener más información en vuestros Centros de Salud, así como en la página web:

https://www.saludinforma.es/portalsi/web/escuela-de-salud/temas-de-salud/general/salud-y-etapas-en-la-vida/salud-en-la-infancia/programa-de-salud-bucodental

Para menores de 6 años con discapacidad, la Obra Social del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza ofrece “Chiquitines”, un Programa de promoción, prevención y asistencia bucodental gratuito. Podéis ampliar información en el siguiente enlace: https://hsjdzaragoza.es/servicios-asistenciales/unidad-de-salud-bucodental/

Un niño una dentista chocan las manos

¿Qué cepillo de dientes elijo para mi hijo/a?

Podéis elegir entre un cepillo de dientes convencional o uno eléctrico, pero en ambas opciones habrá que tener en cuenta el tamaño del cepillo en función de la edad del niño/a.

Lo ideal es que posea un mango ergonómico y grueso, pues facilitará su manejo. También es aconsejable que tenga un cabezal suave y pequeño para que pueda llegar hasta las últimas piezas dentales.

Para una adecuada higiene dental hay que renovar el cepillo cada 3 meses, o antes si sus cerdas se hallan deterioradas. Un cepillo en malas condiciones puede llegar a causar daños en las encías.

¿Cuál es el dentífrico más indicado para mi peque y cuánta cantidad tengo que ponerle?

El uso de la pasta de dientes para el cepillado está aconsejado desde la aparición del primer diente de leche. Esta deberá contener flúor, pues ayuda a fortalecer el esmalte y disminuir las probabilidades de desarrollar caries. Pero es importante saber elegir cuál es la más adecuada para tu peque, ya que no todas son iguales.

  • Desde la salida del primer diente hasta los 3 años elegiremos una pasta de dientes con 1000 ppm (partes por millón) de flúor. Emplearemos la cantidad equivalente a un grano de arroz, o a una raspadita sobre el cepillo.
  • Entre los 3 y los 6 años, también elegiremos un dentífrico con 1000 ppm (partes por millón) de flúor, pero emplearemos la cantidad equivalente a un guisante.
  • Para niños mayores de 5-6 años, elegiremos una pasta de dientes con 1450 ppm (partes por millón) de flúor, con la medida de un guisante.

Las pastas dentales con menos de 1000 ppm (partes por millón) de flúor son insuficientes para prevenir las caries, por lo que es mejor desestimarlas.

Por tanto, a la hora de elegir el dentífrico nos fijaremos en la cantidad de flúor que este posee en sus ingredientes y no tanto en la edad que se indica en el envase.

Respecto al sabor encontraréis diversas opciones en el mercado. No existe una mejor que otra, por lo que os recomendamos que elijáis una que sepáis que puede llegar a gustarle a vuestro hijo/a, y en caso de rechazarla, probar otras hasta que deis con aquella que tolere mejor. El objetivo es que el momento de lavarse los dientes resulte agradable puesto que ha de hacerse a diario, así que es mejor cambiar de pasta las veces que sea necesario para lograr este fin. 

Una niña en un dentista

¿Cómo cepillar adecuadamente los dientes?

Colocaremos la proporción indicada de pasta de dientes para vuestro peque sobre el cepillo seco; esto es recomendable que lo hagáis vosotros para aseguraros de que no se excede la cantidad de dentífrico. Después, se recomienda que sean los niños/as quienes cepillen sus propios dientes, y luego los papás repaséis para aseguraros de que la higiene ha sido adecuada o completarla si es necesario. Para ello es interesante que les expliquéis la importancia de cepillar todas las caras del diente o muela, así como la lengua y las encías.

Les indicaremos, por tanto, que el cepillado debe hacerse desde la encía hacia el diente, y que hay que limpiar la cara interna, externa, y la superficie de mordida. En las muelas efectuaremos movimientos circulares en la zona de mordida, mientras que en el resto de dientes cepillaremos de arriba a abajo. Sobre la lengua haremos movimientos de arrastre con el cepillo de atrás hacia adelante.

Una vez finalizado el cepillado, lo ideal es no enjuagar la boca con agua (ni en niños ni en adultos), sino escupir la pasta restante para que el dentífrico que quede sobre las piezas dentales siga haciendo su función. Si se traga la pasta no pasa nada, ya que previamente mediremos la cantidad que ponemos sobre el cepillo para que el riesgo de fluorosis sea prácticamente inexistente.

Después, emplearemos la seda dental si tiene los dientes rozándose entre sí (recomendable hacérselo los adultos), y si es mayor de 5 años utilizaremos posteriormente un enjuague bucal, dejándole claro al peque que no debe ingerirlo; si tienes dudas de que esto pueda ocurrir aun teniendo tu hijo/a más de 5 años, es mejor no incluirlo por ahora en la rutina.

No olvides limpiar y secar el cepillo de dientes para que no acumule bacterias.

¿El uso del chupete puede afectar a sus dientes?

Sí. Su uso prolongado puede comprometer el adecuado desarrollo dental, con su consecuente afectación tanto en la alimentación como en la producción de los diferentes sonidos del habla. Por ello, su retirada se aconseja aproximadamente desde que aparecen las primeras muelas. Si quieres ampliar información sobre este tema pulsa aquí.

¿Qué debo hacer si a mi hijo/a se le cae un diente definitivo a causa de un golpe?

Lo primero es tratar de mantener la calma. Atiende a tu peque y abrázalo, pues probablemente necesite de ti. Seguidamente, recoge el diente por la corona, no por la raíz y, en la medida de lo posible, lávalo con agua o suero fisiológico (nunca con jabón). Después, acude con tu hijo/a a un odontopediatra, a ser posible en un plazo máximo de una hora, con el diente metido en un vaso con agua o suero; allí sabrán qué hacer.