26 Noviembre, 2025
Sobrellevar los resfriados
Los resfriados son muy comunes en niños y niñas, sobre todo cuando están escolarizados. Por lo general no suelen ser graves, pero pueden causar malestar y preocupación en la familia. A continuación, os ofrecemos algunos cuidados sencillos, para ayudar a que tu hijo o hija se sienta mejor y se recupere antes.
- Darle muchos líquidos, como agua, caldos, zumos naturales o leche. Esto le vaya ayudar a que los mocos se diluyan más fácilmente y los expulse mejor.
- Permite que descanse. El cuerpo suele pedir calma y reposo cuando estamos resfriados porque así se recupera mejor. Puedes ofrecerle hacer una pequeña siesta, o echarlo a dormir un poquito antes por la noche.
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Dormir con la cabeza un poco levantada. Puedes colocar una manta o toalla bajo el colchón para elevarle la parte donde coloca la cabeza. Esto le va a ayudar a tener algo más de inclinación, a drenar mejor los mocos y a respirar mejor mientras duerme.
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Cuida el ambiente de casa. Se recomienda tener las habitaciones templadas, no muy calientes, pero tampoco demasiado frías. Si el ambiente está muy seco, se puede colocar un humidificador o un recipiente con agua en la habitación, y limpiarlos regularmente para evitar la propagación de los virus. También es fundamental ventilar unos minutos al día para refrescar y limpiar el aire, y de paso prevenimos posibles contagios a otros miembros de la familia.
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Respeta su apetito. Es habitual que su hambre disminuya. Lo ideal es no forzarlo a comer, y ofrecerle comidas suaves en pequeñas cantidades, pero más veces al día.
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Hacer lavados nasales. Limpiar la nariz con suero fisiológico le va a ayudar a respirar bien y, por tanto, a sentirse mejor. Es altamente recomendable hacerlo antes de comer y de dormir, y al despertar.
¿Qué son los lavados nasales y cómo hacerlos?
Los lavados nasales son una forma efectiva de limpiar la nariz usando suero fisiológico. Resultan muy útiles cuando estamos resfriados, puesto que nos ayudan a respirar mejor tras ellos.
Para realizarlos sólo necesitamos suero fisiológico (SF 0,9%), que se compra en farmacia en forma de ampollas monodosis o botellas. Si se utiliza el formato botella, necesitaremos una jeringuilla sin aguja para su aplicación. Se recomienda emplear el suero a temperatura ambiente.
Pasos a seguir:
- Introduce el suero por la nariz con suavidad, sin mucha fuerza, para no molestar al peque.
- Aplica el suero cuando el niño o niña esté inspirando (tomando aire), y deja que lo expulse mientras espira (suelta el aire).
- Después, tapa su boquita un par de segundos para que trague los mocos.
- No hagas lavados justo después de comer, para evitar que vomite.
- Si el niño tiene mucha mucosidad o las vías respiratorias inflamadas, haz los lavados unas 5 veces al día.
Para realizar estos lavados nasales puedes hacerlo en tres posiciones diferentes, y todas tienen la misma efectividad, así que elige la que os resulte más fácil para ti y para él:
- Tumbado boca arriba y con la cabeza girada hacia un lado.
- Sentado, con la cabeza inclinada hacia adelante.
- Tumbado boca arriba, con la cabeza un poco hacia atrás.
¿Qué no es recomendable hacer?
- No le des antibióticos o medicaciones sobrantes que tengas por casa y que te las dieron con receta, si el pediatra no os lo ha recetado para esta ocasión.
- No lo abrigues demasiado; si suda, puede sentirse peor. Es mejor vestirlo igual que lo harías si no estuviera resfriado.
- No lo lleves a la guardería, escuela o centros terapéuticos si tiene fiebre o está muy cansado. Y ante la duda, es mejor consultar con su pediatra.
¿Cuándo ir al médico?
Lleva al niño o niña al pediatra si:
- Tiene fiebre alta, de más de 38,5 °C, o si no baja con los días.
- Le cuesta respirar, o respira muy rápido.
- No quiere beber ni comer nada.
- Está muy decaído o llora sin consuelo durante mucho rato.
- El resfriado dura más de 10 días o empeora.
Los resfriados suelen formar parte de los peques desde que llega el otoño y hasta la primavera, con más o menos frecuencia. Sin embargo, por lo general, a medida que los niños crecen, su sistema inmunológico se fortalece, y hace que los resfriados sean menos frecuentes o de menor intensidad. Lo más importante es acompañarlos, cuidarlos con cariño y tener paciencia hasta que se cure.