Autora de la reseña: Paula Artigas

Ficha técnica

Título: Cierra los ojos

Autor: Victoria Pérez Escrivá (Ilustrador: Claudia Ranucci)

Editorial: THULE EDICIONES (Calibrosopio)

Edición: 2015

Páginas: 32

ISBN: 9788415357858

Resumen

“Cierra los ojos” cuenta la historia de cómo dos hermanos perciben un mismo objeto o situación de diferente forma. Uno de los niños describe las cosas tal y como las ve, sin llegar a entender por qué su hermano describe lo mismo de una forma muy diferente. Un buen día tiene una conversación con su madre que le hace ponerse en el lugar de su hermano y por fin lo entiende: su hermano describe las cosas a través del tacto, del olfato, del gusto y del oído porque es ciego.

Reseña del cuento

Este cuento nos invita a reflexionar sobre los diversos puntos de vista que pueden existir ante una misma situación. Atiende a las diferencias entre las personas y a la manera que cada uno tenemos de percibir el mundo, sea en función de cómo nos encontremos en cada momento, o en función de qué sentido predominante es el empleamos para desenvolvernos en entorno. El hermano, que es ciego, nos enseña cómo puede percibir todo a través del tacto, olfato, oído y gusto, y no solo a través de la vista.

La lectura de este cuento resulta muy interesante ya que, además de enseñarnos que existen tantos puntos de vista como personas hay en el mundo, podemos introducir el concepto de la empatía, que es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, sintiendo sus sentimientos y poder así comprenderlo mejor. Es un cuento corto y sencillo de leer que nos invita a tomar conciencia de la pluralidad de las personas, y a sensibilizarnos también con la diversidad funcional.

Recursos

No hay nada como poner en práctica lo que leemos para comprenderlo mejor, así que ¡manos a la obra! Os proponemos ofrecer a los niños/as diversos objetos y jugar con los sentidos para describirlos. Para ello, cada miembro de la familia elegirá un sentido (vista, tacto, olfato, gusto, oído) con el cual deberá describir un mismo objeto común a todos.  Por ejemplo, una flor, una pelota de tenis, un papel arrugado, un cubito de hielo… ¡os sorprenderán las diferencias que existen en las descripciones!

Para trabajar también la empatía, una buena opción sería que, cada vez que cambiéis de objeto, os intercambiéis el sentido entre vosotros. De este modo podréis sentir igual que la persona que tengáis al lado, y lograréis poneros en el lugar del otro.