Autora de la reseña: Esther Soria

Ficha técnica

Título: La casa de los besos

Autor: Claudia Bielinsky

Editorial: Luis Vives

Edición: 2017

Páginas: 14

ISBN: 9788414010662

Resumen

Un oso entra en la casa y, mientras abre las solapas de los diferentes objetos, encuentra diferentes animales que le ofrecen besos. En cada uno de ellos aparece una rima, y en el último objeto, que es un armario, se encuentra con sus amorosos padres.

Finalmente se esconden todos los personajes juntos en el aparador y celebran vivir en ¡La casa de los besos!

Reseña

Este cuento presenta una lectura breve y rimada, lo cual la hace más dinámica y atractiva. Es una opción muy interesante para leer junto a vuestros peques, ya que invita a favorecer el apego a través de los besos. También es muy útil para reconocer y denominar las diferentes dependencias de la casa y los distintos objetos que hay en ellas. Además, descubrirán que pueden aparecer animales en la casa no tan típicos o familiares, como por ejemplo el mamut, el reno...

Los libros con solapas son un recurso muy útil para despertar la curiosidad de los peques por lo que puede haber tras ellas. Por lo general les llaman mucho la atención, al tiempo que necesitan centrarse para coordinar sus manos para destaparlas. De este modo, la lectura del cuento se vuelve mucho más interactiva y participativa, y, por tanto, más atractiva para los niños/as.

Recursos

A través de las frases rimadas podemos despertar el interés de los niños por los cuentos, y potenciar su atención a las diferentes entonaciones. Una idea para jugar tras la lectura del cuento es inventarnos rimas disparatadas; podéis empezar uno a crear la rima y otro la termina, y después cambiar el orden.

Por otro lado, el hilo conductor de los besos nos puede dar pie a hablar con los niños/as la importancia del respeto por el cuerpo, explicándoles a quién sí y a quién no deben besar, marcando límites claros frente a desconocidos.

El tema de los besos también nos va a ayudar a potenciar nuestro vínculo familiar. Para ello podemos jugar a imaginar nuevas formas apropiadas de besar, como, por ejemplo, con la nariz, o con la oreja...

Por último, aprovechando que aparecen diferentes animales, podemos jugar a imitar su forma de moverse. Por ejemplo, nos arrastramos como una serpiente, o saltamos como un canguro, o gateamos como un perro. Debemos tener en cuenta que esta actividad activará a los niños/as, por lo que podemos aprovecharla para momentos en los que nos interese llevar a cabo cierta descarga motriz, y la evitaremos en las horas finales del día.