Autora de la reseña: Laura Tremps

Ficha técnica

Título: No hace falta la voz

Autor: Armando Quintero Laplume

Editorial: OQO Editora

Edición: 2013

Páginas: 36

ISBN: 9788498714708

Resumen

Todos los animales tienen su voz, y con ella pueden mostrarse cariño y decirse cosas bonitas. La gallina cacarea y los pollitos pían, la oveja bala y los corderos también… Pero, ¿seguro que todos los animales tienen voz? ¡No! ¡La jirafa no tiene voz! Pero su mamá tiene una forma muy especial de demostrarle su cariño a la jirafita. Y a ella le gusta tanto la forma en que su mamá le dice que le quiere, que acaba por enseñar al resto de animales esta nueva forma de comunicación: los abrazos.

Reseña del cuento

Este entrañable cuento es perfecto para recordarnos que el amor no entiende de lenguajes ni de idiomas, y que a través del contacto físico podemos demostrar cuánto queremos a nuestros hijos e hijas.

Con frecuencia los papás y las mamás deseamos que nuestros peques nos digan un “te quiero”, pero la realidad es que existen múltiples formas de demostrarnos el afecto que nos tenemos: un abrazo, una caricia, un beso… 

El contacto físico como muestra de afecto es imprescindible para el desarrollo emocional de los peques: les da seguridad, favorece su autoestima, y mejora la confianza en sí mismos y también en los demás. Un abrazo, de media, suele durar unos tres segundos. Sin embargo, los investigadores han descubierto que cuando un abrazo dura 20 segundos, se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente.

Por ello, os animamos a achuchar mucho a vuestros hijos e hijas, tengan la edad que tengan, hablen o no, ya que a través de esos abrazos se genera un vínculo muy especial entre vosotros/as.

Recursos

Tras la lectura del cuento suele surgir la necesidad de daros un buen abrazo, así que ¡disfrutadlo! Os invitamos también a que dediquéis unos minutitos al día para concederos ese tiempo para vosotros/as, para abrazaros, para transmitiros de forma física cuánto os queréis; un buen momento puede ser antes de dormir. Esto les ayudará también a los niños/as a conciliar mejor el sueño.

Otra propuesta que os traemos es formar un círculo con varias personas a quien deseemos demostrarle nuestro afecto (pueden ser familiares, amigos…) y hacer una cadena de abrazos: una persona le da un abrazo a quien tenga a su derecha. Seguidamente, el abrazo pasará a la siguiente persona que esté a la derecha, hasta que el abrazo vuelva a llegarle a la persona que comenzó la cadena. Si os apetece, podéis acompañarlo con una música bonita de fondo. Recordad que cuanto más duradero sea el abrazo, más beneficios tendrá sobre el cuerpo y la mente.