Carmen Susín, consejera de Bienestar Social y Familia, visitó este jueves el edificio Josemi Monserrate de Zaragoza, uno de los espacios de atención integral para personas con discapacidad gestionados por Fundación Dfa. Susín estuvo acompañada por la presidenta de Dfa, Marta Valencia, además de Enric Soley, patrono y secretario, y de Luis Molina, director general.

Antes de realizar un recorrido por las diferentes áreas existentes en estas instalaciones, la consejera habló sobre las listas de espera en discapacidad, destacó el impulso del Gobierno de Aragón para atender las necesidades y demandas de las personas con discapacidad y se refirió al Teléfono del Mayor, que gestiona Fundación Dfa. «Estamos en la buena línea y se está avanzando rápidamente en esa valoración de la discapacidad y en verano todavía se notará más», comentó tras destacar que desde noviembre se ha avanzado en 3.225 valoraciones.

Por otro lado, Susín admitió que están trabajando en el desarrollo de la Ley de derechos y garantías de las personas con discapacidad. En este sentido, Valencia señaló que «es fundamental tener un arbitraje donde acudir cuando hay algún tipo de discriminación, evaluar cómo se está desarrollando el Plan Estratégico que se aprobó de personas con discapacidad y elaborar uno de empleo y otro de mujeres y niños con discapacidad». Las plazas de personas con discapacidad en residencias, la valoración en la Atención Temprana, el catálogo ortoprotésico y el tiempo de espera hasta el pago son otras cuestiones sobre la mesa.

Valencia, agradeció las visita de la consejera y recordó la importancia de conocer cómo se trabaja desde la discapacidad durante todo el ciclo vital de las personas. A continuación, la presidenta de Dfa reivindicó la necesidad de contar con más presupuesto para recursos que son muy necesarios desde los Servicios Sociales.

Encantada con las instalaciones

Tal y como destacó la consejera, la residencia Josemi Monserrate es un ejemplo de cómo se ha de aplicar el modelo de atención centrada en la persona, un gran cambio de paradigma en el que se evita aplicar protocolos que cosifiquen o despersonalicen a quienes necesitan de apoyos por su situación de discapacidad o dependencia o por su edad más avanzada.

En esta forma de hacer, las necesidades y capacidades de cada individuo se abordan en todo momento respetando su autonomía e incentivando su protagonismo en la toma de decisiones del día a día. Este enfoque no sólo implica a los profesionales que atienden al usuario y le proveen de apoyo dentro de la institución; también integra a las familias y a la comunidad de la que esas personas forman parte -en este caso, el barrio de Vadorrey- en un proyecto común que promueve el pleno desarrollo y la inclusión de cada una de ellas.

A la visita también acudió Ángel Val, director general del IASS.