Este mes de febrero llegaron a su fin los dos cursos dirigidos a personas desempleadas con necesidades formativas especiales o con dificultades para su inserción. Un total de 30 alumnos, 22 de ellos con algún grado de discapacidad, ampliaron sus conocimientos en los centros de formación de Fundación Dfa, a través de alguna de las opciones: ‘Gestión de llamadas de teleasistencia’ y ‘Operaciones de grabación y tratamiento de datos y documentos’.

Esta última acción formativa, desarrollada en las instalaciones de Pomarón, era conducente al certificado de profesional de nivel 1 y, tras 375 horas lectivas, sirvió para que el alumnado aprendiera a realizar operaciones de grabación de datos, así como transcribir, reproducir y archivar la información y documentación requeridas en las tareas administrativas y de gestión. Lo hicieron, además, de acuerdo con instrucciones, normativa y procedimientos establecidos, de forma coordinada y con criterios de calidad, productividad, seguridad y respeto al medio ambiente.

Unos días antes concluyó la formación en gestión de llamadas de teleasistencia. Con el objetivo de formarse dentro de un sector auge como es de la atención telefónica, el alumnado adquirió conocimientos teóricos y prácticos en torno a la gestión de llamadas y, más concretamente, en el servicio de teleasistencia.

Para ello, en las 255 horas que se prolongó está acción conducente a certificado de profesionalidad (nivel 2), manejaron herramientas telemáticas, técnicas de atención telefónica y habilidades psicosociales y de trabajo en equipo, dando respuesta a las necesidades y demandas de las personas usuarias y movilizando los recursos necesarios en su caso, garantizando en todo momento la calidad del servicio, el trato personalizado y la confidencialidad de la información.

Ambas acciones formativas estaban dirigidas a personas trabajadoras prioritariamente desempleadas con necesidades formativas especiales o con dificultades para su inserción o recualificación profesional, del Plan de Formación para el Empleo de Aragón. Una vez finalizadas, dos de ellas suscribieron un contrato de trabajo con Fundación Dfa y el resto se entrevistó con las técnicos de la agencia de colocación para formar parte de la bolsa de empleo.