7 Julio, 2022

Hacia un modelo de vida independiente

Hombre en silla de ruedas en la cocina

El movimiento asociativo de la discapacidad apuesta por la regularización de un sistema de asistencia personal y de viviendas asistidas destinado a las personas con discapacidad física.

A día de hoy viven en Aragón más de 116.000 personas con discapacidad y algunas de ellas mantienen un denominador común: sus vidas están restringidas a la dependencia del entorno familiar o deben, por determinadas circunstancias, vivir en instituciones. Se rompe en ambos casos el derecho a llevar una vida independiente en una sociedad inclusiva, aspirando a que se respete su libertad para elegir dónde y con quién quieren vivir, sin tener que limitarse a una residencia o a un entorno estrictamente regulado.

Hasta ahora, la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de España, más conocida, por desgracia, como 'ley de dependencia', contempla para personas con discapacidad una serie de recursos: centros de día, residencias, asistencia personal -en forma de teleasistencia o ayuda a domicilio- o prestación económica vinculada al servicio -solo en casos de educación y empleo- o, también, prestación del cuidador del entorno familiar.

En relación a las personas con discapacidad, que además se encuentran en situación de dependencia, la asistencia personal se presenta como el mecanismo más eficaz para favorecer una vida independiente. El modelo, presentado por COCEMFE, propone una regulación exclusivamente de la prestación de este servicio con el fin de facilitar la inclusión en Aragón de las personas con discapacidad y así evitar su aislamiento.

Si bien en Madrid, País Vasco o Galicia el camino recorrido en este sentido es grande, la realidad es que Aragón prevalece la prestación económica del entorno familiar o el recurso de centro de día o residencia. Como resultado, la ausencia de la figura de asistencia personal discrimina y condena a una parte de la sociedad con discapacidad.

Para que la situación cambie, representantes de entidades con discapacidad mantuvieron el pasado mes de mayo una reunión con el Gobierno de Aragón y Javier Lambán a la cabeza. Se trataba de una primera toma de contacto con el objetivo de crear un foro desde el que abordar el tema de un nuevo modelo de cuidados en los servicios sociales. Desde esta parte de la sociedad la reclamación es cristalina. «Pedimos que estén disponibles todos los servicios y que luego la gente pueda elegir. Teniendo disponibles todos los recursos, la gente puede elegir dónde o cómo quiere vivir sin que la decisión venga precipitada porque no hay otro recurso más que la residencia», manifestó la presidenta de Fundación Dfa, Marta Valencia.

Tampoco existe en Aragón un modelo vivienda asistida para la población con discapacidad física, pero sí que es posible residir en una vivienda tutelada en caso de que la discapacidad sea intelectual o psicosocial. «Para que podamos vivir autónomamente, nosotros pedimos que los pisos asistidos tengan unos servicios comunes: comida, lavandería, limpieza…», destaca Valencia.

Otro aspecto relevante pasa por implicarse y trabajar por la autonomía personal en las residencias. «En nuestras residencias intentamos que las personas tengan la máxima flexibilidad posible porque son sus hogares. Para conseguirlo, es importante dar libertad y fomentar las actividades», comenta.

Por último, Valencia recuerda que «lo fundamental es que la persona que quiera seguir viviendo en su entorno, lo haga el máximo tiempo posible». La presidenta de Fundación Dfa es consciente de que toca seguir luchando mientras espera que el Gobierno de Aragón sea valiente y dé un paso hacia el nuevo modelo de autonomía personal.

 

¿Qué es la asistencia personal?

La asistencia personal es un servicio de apoyo humano, contratado directamente por una entidad o por una persona con necesidades de apoyo, mediante la disponibilidad de una prestación pública o por medios propios, para el desempeño de tareas de la vida diaria, lo que posibilita la autonomía personal y la vida independiente.

El servicio es controlado por la persona con discapacidad, lo cual significa que puede planearlo y decidir quién lo presta, cómo, cuándo, dónde y de qué manera, así como dar instrucciones y dirigir a las personas que lo prestan.

El Proyecto Rumbo

Se trata de una iniciativa que se ejecutará en Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla y León y Galicia y que plantea implementar un nuevo modelo de apoyo a la autonomía personal y al cuidado de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyo, mediante la combinación de servicios y recursos que permita evitar su institucionalización y mantener a las personas en su entorno, facilitando formas de vida inclusivas en condiciones de seguridad, accesibilidad y bienestar.

A través de un trabajo conjunto que implica a 22 entidades en total, vamos a promover el ejercicio de los derechos humanos, la libre elección de las personas con discapacidad y la posibilidad de que desarrollen sus vidas de la manera que tienen planeada.