7 Mayo, 2025

La IA y el consumo responsable: una oportunidad para la inclusión y la sostenibilidad

Unas manos tecleando en un ordenador

La Inteligencia Artificial (IA) está transformando la vida cotidiana y ofreciendo soluciones innovadoras para mejorar la accesibilidad de las personas con discapacidad. Desde asistentes virtuales hasta dispositivos inteligentes o sistemas de reconocimiento de voz e imagen, la IA puede eliminar muchas barreras en comunicación, autonomía personal o inclusión laboral.

Sin embargo, su desarrollo también plantea riesgos éticos y prácticos que debemos tener en cuenta: sesgos en los algoritmos, diseños inaccesibles, reproducción de estereotipos o vulneraciones de la privacidad pueden generar nuevas formas de exclusión si no se aplican principios de equidad y responsabilidad.

En el ámbito del comercio electrónico, la IA ha impulsado procesos de compra más eficientes y personalizados, pero también puede fomentar prácticas poco sostenibles o incluso manipuladoras. Algunos de los principales riesgos son:

  • Hiperpersonalización irresponsable, que aprovecha momentos de vulnerabilidad para incentivar compras impulsivas.

  • Fomento del desperdicio, al recomendar productos de baja durabilidad o generar sensación de obsolescencia.

  • Patrones oscuros, como mensajes de urgencia falsos que presionan a la persona consumidora.

  • Opacidad en las recomendaciones, sin criterios claros ni explicación sobre cómo se eligen los productos.

  • Greenwashing automatizado, que exagera la sostenibilidad de ciertos artículos.

  • Invasión de la privacidad, a través del uso masivo de datos personales con fines comerciales.

Para que la IA sea una aliada del consumo responsable, es necesario que las empresas y desarrolladores integren valores éticos y sociales en su diseño. Esto implica:

  • Priorizar la sostenibilidad sobre el beneficio económico inmediato.

  • Garantizar la transparencia en las recomendaciones, explicando de forma sencilla los motivos detrás de cada sugerencia.

  • Evitar cualquier tipo de manipulación psicológica o diseño que fomente el consumo compulsivo.

  • Someter los algoritmos a auditorías externas que aseguren prácticas éticas y equitativas.

El impacto de la Inteligencia Artificial en el consumo y la inclusión dependerá de los valores que guíen su desarrollo. Solo un compromiso firme con la ética, la accesibilidad y la sostenibilidad permitirá que esta tecnología beneficie realmente a las personas y al planeta.

Fundación Dfa apoya los intereses generales de las personas consumidoras y usuarias, con la colaboración del Gobierno de Aragón, a través del teléfono 976 701 701.