El juego simbólico es todo aquel en el que interviene la imaginación y la creatividad. Se trata de un tipo de juego un poco más elaborado que los juegos funcionales, ya que a través del mismo imitan lo que interpretan del mundo que les rodea (juego representativo o pre-simbólico), recrean diferentes situaciones desempeñando diversos roles, o se dan distintas funcionalidades a un mismo objeto otorgándoles un simbolismo ficticio (juego puramente simbólico). Son juegos desestructurados, puesto que no tienen unas normas establecidas ni un hilo conductor a seguir previamente pautado.

Se inicia cuando nace la imaginación, que puede ser en algunos casos alrededor de los dos años y medio, mientras que en otros peques se desarrolla más tarde. El juego simbólico, además, suele estar presente en la vida de los peques mientras lo necesitan, puesto que va ligado a su desarrollo madurativo. Por ello, algunos se desprenden antes del mismo y otros más tarde, pudiendo incluso acompañarlos hasta los inicios de la adolescencia.

Gracias al juego simbólico los niños/as van comprendiendo y asimilando el entorno que les rodea, y les ayuda a formar su propia imagen del mundo. También desarrollan su creatividad y su imaginación, promueven la socialización, amplían su lenguaje, y favorece la canalización y exteriorización de sus emociones. Por todo ello se convierte en un medio fantástico para estimular a vuestros peques.

A continuación, os ofrecemos diferentes propuestas de juego simbólico, y os invitamos a que juguéis junto a vuestros hijos/as puesto que, en ocasiones, todavía no tienen un repertorio suficientemente amplio de situaciones y/o personajes que pueden imitar. De este modo, podéis proporcionarles vuestras ideas y elaborar juntos diferentes contextos ficticios. ¿En qué os convertiréis hoy?

Disfraces. Cualquier atuendo puede servir para transformar su identidad en otra imaginaria. No hace falta gastar mucho dinero para ello; con alguna tela, cartulinas, o ropa de papá/mamá y un poquito de imaginación podrán convertirse en lo que deseen. Descubre algunas ideas de disfraces caseros pulsando aquí.

Cajas de cartón. ¡Cuántas veces hemos encontrado a los peques jugando más tiempo con el envoltorio (cajas, papel de regalo, etc.) que con el juguete que acaban de recibir como regalo! Esto es porque les permite crear e imaginar situaciones ficticias, o lo que es lo mismo, llevar a cabo juego simbólico. Por ello, os invitamos a que guardéis cajas de cualquier tamaño, porque tan pronto serán un casco de motorista como una casita, como un barco pirata, etc.

Mamás y papás. A los peques les encanta jugar a mamás o papás, e imitar comportamientos que ven en vosotros/as en el día a día: pasear al bebé, cocinar, limpiar, etc. Esto ocurre porque sois su principal modelo de referencia, y desean hacerse mayores para convertirse en alguien similar a vosotros/as. Podéis probar a provocar situaciones cotidianas para ver cómo las resolverían ellos como papás o mamás. ¡Seguro que os sorprenden!

Marionetas. Son un material fantástico para representar cuentos e historias. Con ellas crearán conversaciones e interpretaciones de lo más variopintas. Estas marionetas las podéis comprar (pueden ser de diferentes personajes y tamaños: mano completa, de dedo, etc.), o crearlas decorando un calcetín.

Muñecos. A través de ellos podrán representar actividades de la vida diaria, pero también distintas profesiones, situaciones imaginarias, etc. Pueden servir peluches, muñecos o animales de plástico, o incluso fabricarlos con cartón o cualquier otro material.

Transportes de juguete. Coches, excavadoras, camiones de bomberos, ambulancias, motos, aviones, cohetes, etc. Cualquier transporte de juguete invita a imaginar historias mientras se utilizan llevándolos de un lugar a otro. Podéis inventaros viajes, ser transportistas, resolver situaciones de emergencia, crear circuitos, etc.

Profesiones. Otra manera de representar simbólicamente el mundo que les rodea es jugando a ejercer diferentes profesiones: médicos, cocineros, vendedores, policías, astronautas, peluqueros, panaderos, profesores, etc. Podéis aprovechar para intercambiaros los papeles y así actuar de manera diferente; por ejemplo, un rato el peque es el médico y el papá es el enfermo, y luego hacerlo al revés.

Construcciones. Sean de madera o de plástico, con ellas podrán simbolizar todo lo que se propongan. En ocasiones veréis que tienen una idea y la van construyendo, mientras que en otras apilan piezas y cuando terminan le dan simbolismo al resultado. Ambas opciones son válidas. Tampoco juzguéis el resultado, no importa cuánto se parece la construcción a la realidad, ya que en su imagen mental tendrá la forma que desee.

Plastilina. Con ella, al igual que ocurre con las construcciones, tendrán que crear algo de la nada y darle simbolismo al resultado. ¡Seguro que salen ideas fantásticas!

¡Esperamos que estas propuestas os resulten útiles!