7 Mayo, 2025

«Continuaré como voluntario hasta que el cuerpo aguante»

Miguel Sánchez pasea con un usuario de la Residencia Pomarón

Miguel Sánchez lleva la vocación de servir a los demás en la sangre. Primero, como agente de la Policía Nacional durante 30 años; después, aportando su colaboración desde diferentes facetas en varias instituciones. En Fundación Dfa es uno de los voluntarios de mayor edad. «Empecé en 2008, poco antes de la Expo del Agua de Zaragoza», recuerda este hombre nacido en Blancas (Teruel) que el día de San José cumplió 82 años.

La labor de Miguel como voluntario comenzó casi por casualidad allá por 1999, cuando por problemas de salud su padre ingresó en el Hospital San Juan de Dios de la capital aragonesa. Con el paso del tiempo, pasó de cuidar a su progenitor a ayudar en las comidas, salir a pasear y acompañar a otras personas dependientes. También aprendió a cortar el pelo.

«Siento una satisfacción muy grande por poder ayudar a otras personas. Me reconforta mucho y, si tuviera más tiempo, aún colaboraría más»

Su vínculo con Fundación Dfa siempre ha estado ligado a la residencia Pomarón, donde era un fijo los lunes y los miércoles para jugar al dominó, salir de paseo y acompañar en las actividades de fuera de la residencia. Ahora su agenda tiene menos huecos. Pertenece a la Asociación Caballeros del Pilar, además de acumular dos décadas acudiendo puntual a la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados del barrio de San José para ayudar con el desayuno, afeitar y cortar el pelo a quien se lo solicite.

Miguel lleva adheridas a la piel muchas vivencias y se emociona cuando tiene que rescatar un recuerdo de su etapa en Fundación Dfa. «Nunca olvidaré el momento en el que un residente, un gran dependiente con el que llevaba compartiendo muchos momentos, me dijo que yo era como un papá para él».

Después de esta extensa trayectoria como voluntario, Miguel reconoce sentir «una satisfacción muy grande por poder ayudar a otras personas. Me reconforta mucho y, si tuviera más tiempo, aún colaboraría más».

Aunque compromisos no le faltan, Miguel Sánchez lo tiene claro: «No tengo pensado dejarlo. Seguiré como voluntario mientras pueda, hasta que el cuerpo aguante».