1 Septiembre, 2020

Discapacidad y covid-19

Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE Estatal

En Aragón hay 115.969 personas con discapacidad, casi un 60% de ellas con discapacidad física, y esta crisis sanitaria les ha impactado doblemente. A los problemas que ha sufrido la ciudadanía se añaden, además, otros problemas relacionados con la mayor dependencia de terceras personas en la vida diaria, la necesidad de ayuda en muchas actividades, el mayor riesgo ante el virus por los elevados índices de enfermedades crónicas, la mayor necesidad de tratamientos médicos y farmacéuticos, el cierre de centros o la falta de terapias imprescindibles para su salud.

Para tener una idea más clara de cómo ha impactado esta pandemia en las personas con discapacidad, hemos charlado con Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE Estatal, y Marta Valencia, presidenta de COCEMFE Aragón, para que nos hicieran una análisis general de cuáles han sido las cuestiones que más han afectado a las personas con discapacidad física durante el periodo de confinamiento.

Como punto de partida, los dos coinciden en que, como remarca Anxo Queiruga, «esta crisis social y económica nos obliga a poner toda la carne en el asador para presionar a las administraciones para que nadie se quede atrás». Una de las cuestiones con la que ambos se muestran más críticos es la falta de interlocución con el Gobierno ya que, como relata Anxo, se «ha creado un grupo desde el IMSERSO. El sector de la discapacidad pidió estar presente, pero se nos dijo que no, que podríamos hacer aportaciones por escrito. Eso está bien, pero es necesario participar de forma activa y debatir, con el conocimiento que da vivir la situación en primera persona. Pero el Gobierno dijo que no». Marta Valencia añade que en Aragón, pese a que ha habido «contactos de CERMI con el Gobierno de Aragón, no se ha escuchado suficientemente las necesidades de las personas con discapacidad».

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Con relación a cómo se ha vivido la situación de confinamiento, para Anxo «han sido 3 meses que han supuesto para muchas personas la pérdida de capacidades y autonomía» a lo que añade que «muchas personas con discapacidad física y orgánica se han encontrado con muchas dificultades y desabastecimiento». Marta focaliza estas dificultades en la compra de alimentos y medicinas, el bajón físico por falta de terapias y rehabilitación o incluso en «la incomprensión de los llamados ‘policías de balcón’, que han mostrado una falta total de empatía hacia las personas con discapacidad».

Uno de los principales puntos de preocupación durante este periodo han sido las residencias. Marta considera que hay que replantearse las residencias de mayores y de personas con discapacidad para «que no sean masivas, y además tenemos que ser conscientes de que son un hogar y que han de fomentar la mayor autonomía posible». Anxo destaca por su parte que «hay que pensar si el modelo actual es el mejor, viendo que las residencias pequeñas han
aguantado mejor». 

En cuanto a cómo han gestionado las entidades de la discapacidad esta complicada situación, Anxo cree que «el sector social de discapacidad ha respondido bien y con eficacia a una situación que ha desbordado a todo el mundo. Ha estado organizado, dando respuesta y apoyando a las personas» y reclama un incremento en las ayudas para la adquisición de equipos y material, una inversión «que algunas asociaciones no pueden asumir». 

Como retos más inmediatos del sector en este contexto, destaca la necesidad de facilitar apoyos en el hogar para seguir con la formación, el acceso a la tecnología y el empleo, que ha de centrarse, según Anxo, en «trabajar para mejorarlo y mejorar a su vez la tasa de actividad, que es casi tres veces inferior a la de las perdonas sin discapacidad». Y más teniendo en cuenta que, como dice Marta, «las primeras personas que salen del empleo somos las personas con discapacidad».

Finalmente, de cara a futuros rebrotes, la presidenta de COCEMFE Aragón pone el acento en que «se escuche más al colectivo de la discapacidad de manera que se funcione mejor y de manera más coordinada», mientras que Anxo Queiruga cree que «deberíamos poner el foco en la atención a las personas».