El programa ‘IRPF Ocio para todos’ regateó a la pandemia el año pasado y dejó un balance muy positivo para los usuarios de este servicio desarrollado por Fundación Dfa. 57 personas con discapacidad física participaron en alguno de los 15 talleres presenciales y de temática variada (pintura, artes escénicas, fotografía, costura, música, ‘app’ informáticas, revista) o en alguno de modalidad ‘online’ (italiano, taller de retos y lectura).

Otro pilar fundamental del proyecto fueron las actividades de fin de semana. A lo largo del año se desarrollaron en Zaragoza 35 salidas haciendo uso de recursos socioculturales de la ciudad. Los y las participantes tuvieron oportunidad de acudir a actos de la semana cultural del Pilar, visitar a museos, asistir a eventos deportivos, divertirse con un ‘street escape’ por el entorno de Vadorrey, presenciar obras de teatro, etc.

Patricia Gascón es la responsable del departamento de Ocio y Tiempo Libre de Dfa y quien mejor conoce el funcionamiento de ‘Ocio para todos’. “El ocio es para todas las personas, independientemente de la capacidad y discapacidad que tenga cada una. El objetivo es promover el ocio inclusivo y potenciar la autonomía personal de las personas con discapacidad y, de manera indirecta, también favorecer el descanso de esos familiares y cuidadores habituales que están todos los días con ellos”, explica.

Al final, el grado de satisfacción de las 29 mujeres y los 28 hombres con discapacidad física que disfrutaron del programa fue de sobresaliente. “Al final trabajamos para ellos y si a ellos les gusta un taller de manualidades, por ejemplo, lo que acabamos haciendo es un taller de manualidades”, destaca Gascón.

Los voluntarios y voluntarias, fundamentales

Hasta 15 acciones formativas, entre las que se incluyeron cuatro sesiones de coordinación y tres formaciones ofrecidas por la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado, se impulsaron en beneficio de los voluntarios de Dfa. 61 personas, 13 de ellas de nueva incorporación, participaron en alguna de estas acciones.

Gascón pone de relieve la importancia de todos ellos: “Contamos con el voluntariado como parte imprescindible de nuestro día a día. Sin su colaboración, muchos programas de Fundación Dfa no saldrían adelante. Su labor va más allá de empujar una silla de ruedas; ese tiempo que nos dedican redunda en la salud de todos los implicados: usuarios, técnicos…”.

Gran parte de este programa de talleres y actividades se desarrolló conjuntamente con personas con discapacidad intelectual, por lo que en total más de un centenar de personas se beneficiaron de esta edición.

Todas estas actividades están impulsadas por Fundación Dfa y Fundación FIIS (Instituto para la Integración Social).