Este 15 de marzo se ha celebrado el Día del Trabajo Social y Ana María Laplana, responsable del Centro de Apoyo Social de Fundación Dfa, explica el papel de esta figura en la actualidad.

El Centro de Apoyo Social de Fundación Dfa, en sus sedes de Zaragoza, Huesca y Teruel, atendió en 2021 a 3.106 personas con discapacidad. Este volumen de trabajo fue posible gracias al esfuerzo del equipo de nueve personas cuya responsable es Ana María Laplana. Todas ellas coinciden en una profesión, la de trabajadora social, que está marcada por una fuerte vocación. Su labor, a menudo, pasa desapercibida a ojos de la sociedad.

¿Cómo explicaría qué es una trabajadora social?

Diría que somos las profesionales que intentamos mejorar la situación que presenta una persona que acude solicitando ayuda, detectando y conociendo cuáles son las necesidades que tiene. Para ello debemos manejar tanto los recursos que ofrece la sociedad como los propios recursos que envuelven a la persona. A la vez, tenemos que ser una figura que promueva cambios en la sociedad.

Interesante. Siga, por favor…

Me refiero a que nuestro trabajo no consiste exclusivamente en centrarnos, por así decirlo, en las características que tiene la persona que nos viene a plantear una necesidad, sino que tenemos que ser un motor de cambio para procurar una sociedad más solidaria, más justa, más equitativa… La trabajadora social no solo provee recursos, sino que además tiene una tarea de identificar unas necesidades y de trasladarlas a quién corresponda para que promueva un cambio en la manera en la que está estructurada la sociedad. El reto es mejorar las condiciones de todos los participantes.

3.106 personas con discapacidad atendidas en un año son muchas personas.

Así es. El objeto de intervención del Centro de Apoyo Social son los usuarios y usuarias de servicios propios de Dfa, como pueden ser los de centros asistenciales, pero también atendemos a cualquier ciudadano o ciudadana que venga y que busque que le resolvamos alguna cuestión relacionada con la discapacidad.

¿Qué tipo se servicio es el más demandado?

Lo que la gente demanda es información sobre diferentes materias:  beneficios, cómo mejorar su situación sociolaboral, dependencia, ayudas económicas, formación, accesibilidad, transporte… Consideramos que la persona tiene que estar informada al respecto de cuáles son sus derechos para que después pueda ejecutarlos o no. A través de esta información pretendemos mejorar la atención a las personas con discapacidad y familias, respondiendo a sus necesidades. Además, también hacemos tareas de tramitación de recursos y luego también hay tareas de acompañamiento ante diferentes procesos para favorecer el proceso de empoderamiento de las personas e incluso de las familias.

«La figura de la persona que se dedica al trabajo social tiene que ser vocacional pero también profesional»

¿Qué otras funciones desempeñan desde el Centro de Apoyo Social?

Aparte de la atención directa e información que ofrecemos a los usuarios y usuarias del servicio, entre otras hacemos la planificación, diseño y ejecución de proyectos; nos encargamos de la prevención ligada a la tarea de seguimiento; de la promoción e inserción social dentro de un proceso de acompañamiento; y también nos ocupamos de la docencia a través de las prácticas en la Facultad de Estudios Sociales del alumnado de Trabajo Social.

¿Es el componente vocacional fundamental en una trabajadora social?

Esta profesión tiene que ser vocacional, pero también tiene que ser profesional. Por un lado está la vocación, pero por otro lado no podemos perder de vista premisas como la de respetar algunos principios básicos como son la individualización de cada persona; la personalización, no todas las soluciones valen para todas las personas; o la autodeterminación: es la propia persona la que tiene que tomar las riendas para alcanzar una solución. La trabajadora social le puede ayudar, pero nada más.

Si hablamos de dónde viene y hacia dónde va, ¿ha notado algún cambio en el Trabajo Social?

Sí. Antes era todo más caritativo y ahora ya se empiezan a reconocer los derechos sociales como derechos subjetivos de la propia persona. Eso hace que la figura de la trabajadora social pase de ser un asistencialismo a ser algo como más profesionalizado y sustentado en derechos por parte del Estado.

Las trabajadoras sociales de Fundación Dfa atienden de lunes a viernes con cita previa. Consulta más para información nuestro servicio de orientación y apoyo social.