20 Octubre, 2020

Trabajando por una ‘Zaragoza Accesible’

Trabajando por una ‘Zaragoza Accesible’

Las personas con movilidad reducida conocen bien lo que implica desplazarse por un entorno no accesible. Y aunque se han producido mejoras, en general las personas con discapacidad seguimos encontrando barreras que dificultan nuestros desplazamientos diarios, convirtiéndolos en algo incómodo y poco seguro. Pero la accesibilidad no es algo ajeno a toda la población: Cada una de las medidas en materia de accesibilidad benefician a todos los ciudadanos y ciudadanas.

El proyecto ‘Zaragoza Accesible’ surge con el objetivo de comprobar la accesibilidad en la ciudad, en sus bares, sus museos, sus plazas… Se trata de un grupo formado por personas voluntarias y usuarias del Centro de Actividades Socioculturales de Fundación DFA que, aprovechando las diferentes salidas de ocio que se realizan a distintos lugares de la ciudad, analizan desde una visión práctica la accesibilidad de los mismos. Esto les permite recoger las dificultades en el acceso físico, arquitectónico y de comunicación de los recursos socioculturales de la ciudad.

Todos los meses, jóvenes con diferentes necesidades de apoyo y un equipo de voluntariado liderado por un técnico de Fundación DFA, realizan visitas a establecimientos y edificios para, por una parte, disfrutar de la actividad que allí se realice, y por otra analizar la accesibilidad universal de dichos recursos y de las zonas públicas de su entorno.

También se realizan reseñas de accesibilidad en Google para facilitar la información obtenida, almacenar, organizar y crear un fichero de recursos accesibles con los datos obtenidos. El proyecto contempla la colaboración con otras entidades del ámbito de la discapacidad para dar una visión universal de la accesibilidad.

Además de estas acciones, existen aplicaciones móviles que visibilizan la falta de accesibilidad como ‘AccesibilidApp’, de COCEMFE.El taller resulta ser muy útil tanto para los ‘visitantes’ como para los ‘visitados’. Así lo cuentan algunos participantes: «se aprenden cosas nuevas sobre lo diversos que somos, y siempre es gratificante ver que cambian calles o establecimientos porque nosotros hemos detectado algún error» afirma Bea Mansilla. Algunos de estos establecimientos «han sido reformados cumpliendo la accesibilidad tras las acciones de este grupo. Alguna vez he vuelto a verlo cumplido», explica Ester Salas. Aunque, en palabras de Héctor Sancho, «todavía queda mucho por hacer», porque lograr una accesibilidad plena y universal en la ciudad de Zaragoza es una lucha diaria.